Con la llegada de las bajas temperaturas, aumenta el uso de estufas y calefactores a gas, hogares a leña, salamandras y calentadores a kerosene, entre otros artefactos. Para que no se conviertan en un riesgo para la salud, es necesario utilizarlos de manera adecuada.
Recomendaciones:
⚠️ Mantener los ambientes con adecuada ventilación (rejillas, ventanas entreabiertas), especialmente cuando hay artefactos de combustión funcionando.
⚠️ Controlar el buen funcionamiento de calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, grupos electrógenos y braseros, entre otros.
⚠️ Seguir cuidadosamente las instrucciones de instalación, uso y cuidado de los artefactos. Es importante que un gasista matriculado inspeccione anualmente los sistemas de calefacción y cocina de la casa.
⚠️ Los hogares a leña y sus tiros también deben ser inspeccionados y limpiados todos los años.
⚠️ No usar cocinas, hornos, braseros, parrillas de carbón, lámparas o cocinas de campamento para calefaccionar una vivienda.
⚠️ Las estufas que no cuenten con tiro balanceado deben ser usadas sólo si se encuentra una persona despierta para vigilarlas. Debe existir en esa habitación, por lo menos, una entrada de aire constante.
⚠️ No encender motores a combustión (autos, grupos electrógenos, motosierra, etc.) en ambientes cerrados, sótanos o garajes.
Los principales síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono son:
✅ Dolor de cabeza, mareos
✅ Debilidad
✅ Náuseas
✅ Palpitaciones
✅ Vómitos
✅ Dolor de pecho
✅ Confusión
Estos accidentes pueden producirse mientras los habitantes de la casa duermen, sin que llegue a alertarse por los síntomas. Si se detectan síntomas, se debe acudir al centro de salud más cercano.